125 gr. mantequilla
50 gr. azúcar
40 gr. azúcar invertido (se puede sustituir por azúcar normal)
150 gr. leche
20 gr. anís
550 gr. harina de fuerza
1 cucharadita (café) de sal
40 gr. de levadura fresca
Elaboración:
Para elaborar esta receta, he usado azúcar invertido, pero podéis usar azúcar normal en su lugar (se utiliza para que la masa quede más esponjosa y tarde más en secarse).
Para amasar he utilizado la panificadora, pero como siempre se puede amasar a mano o con algún robot de cocina.
En primer lugar, se mezcla la leche tibia con la levadura hasta que quede bien disuelta. Añadimos todos los ingredientes en la panificadora: primero los huevos, después la leche (con la levadura), el anís, la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente), el azúcar (normal e invertido), la harina y por último la sal. Seleccionamos el programa de amasado y vamos controlando el estado de la masa ya que normalmente admite más harina. Es importante añadir la harina poco a poco y esperar a que esté bien integrada en la masa antes de volver a añadir. Cuando la masa no se nos quede pegada en las manos está lista. El tiempo de amasado total ha sido de 30 minutos más o menos.
Dejamos reposar la masa en la panificadora con la tapa cerrada hasta que doble su volumen (unos 30-45 minutos más o menos). En caso de amasar a mano, hacer una bola y poner en un bol untado con aceite y tapar con film también untado en aceite.
Una vez la masa ha doblado el volumen, la amasamos con las manos sobre una superficie enharinada. Cogemos porciones y las estiramos con el rodillo. Las colocamos sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y las dejamos reposar tapadas con un trapo durante otros 30-45 minutos (a ser posible en una estancia cálida y sin corrientes).
Una vez pasado el tiempo de levado, las pintamos con huevo y espolvoreamos generosamente con azúcar. Humedecemos azúcar con un chorrito de anís (se puede hacer con anís y agua para evitar tanto alcohol) y también espolvoreamos por encima.
Metemos en el horno (precalentado previamente) a 220ºC (posición arriba y abajo) durante 6 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Nota: Si queréis que tenga más saborcito a anís, solo tenéis que sustituir parte de los gramos de leche por anís. Con esta cantidad queda un sabor muy suave y apto para niños.
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