125 gr. azúcar
140 gr. harina
Azúcar glass para espolvorear
Elaboración:
Separamos las yemas de las claras. Batimos las yemas con la mitad del azúcar hasta que blanqueen y aumenten un poco su volumen.
Batimos las claras y cuando empiecen a espumar, vamos añadiendo el resto del azúcar. Las montamos a punto de nieve (recordad que es cuando quedan firmes y al girar el bol no se caen). Ponemos una pequeña cantidad de claras sobre las yemas y mezclamos con la ayuda de una espátula realizando movimientos suaves y envolventes. Una vez bien mezcladas, procedemos a añadir las yemas a las claras y seguimos el mismo procedimiento, con cuidado, realizamos movimientos envolventes de abajo hacia arriba hasta que quede una mezcla homogénea.
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Añadimos la harina tamizada en forma de lluvia (es decir tamizamos directamente sobre la masa) en una o dos tandas y mezclamos también con movimientos envolventes suaves hasta que tengamos una masa homogénea. La introducimos en una manga pastelera con una boquilla redonda.
Sobre un papel de horno, realizamos tiras de unos 8 cm de largo (aproximadamente), separadas entre ellas. Espolvoreamos con azúcar glass y horneamos a 230ºC (horno precalentado previamente, calor arriba y abajo) durante unos 4-5 minutos aproximadamente. Los melindros normalmente son alargados, pero como podéis ver hemos hecho corazones, nombres y redondas, así que lo que se os ocurra estará bien.
