Boquerones en vinagre

Ingredientes:
Boquerones frescos
Vinagre
Sal
Aceite
Perejil
Ajo





Elaboración:
Para limpiar los boquerones os aconsejo que uséis unos guantes de látex para que las manos no huelan tanto a pescado.
Lo primero que debemos hacer es quitarles la cabeza. Presionamos con el dedo pulgar de la mano derecha sobre el final de la cabeza. Con la mano izquierda cogemos la cabeza y estiramos hacia abajo, veremos como se separa fácilmente.

A continuación, introducimos el dedo por el hueco que ha quedado, deslizándolo todo a lo largo para abrirlo en canal. Retirar todas las tripas que hayan podido quedar. Colocamos el pulgar sobre la raspa y deslizamos el dedo para separarla. Hacemos lo mismo por debajo de la raspa y ya tendremos el boquerón abierto.



Estiramos la raspa desde la parte de la cabeza y la cortamos con cuidado al llegar a la cola. Con los dedos retiramos cualquier resto de tripa que haya podido quedar y los colocamos en un escurridor. Una vez los tengamos todos sin espina, los lavamos y escurrimos bien.



En un recipiente con tapa, para poder guardarlo después en la nevera, poner un poco de sal, una capa de boquerones, espolvorear con sal y añadir un buen chorro de vinagre. Poner otra capa de boquerones, sal, vinagre y así sucesivamente hasta acabar con los boquerones. Cubrirlos totalmente de vinagre, tapar y guardar en la nevera un mínimo de 24 horas.
Cuando vayamos a consumirlos, retirar los boquerones y escurrir bien el vinagre (cogeremos sólo los que vayamos a comer, el resto los guardamos en la nevera). Picar muy finos un par de dientes de ajo y una ramita de perejil. Colocamos los boquerones en el plato, espolvoreamos con el ajo y el perejil picados y regamos con un buen chorro de aceite de oliva.
Con una cerveza bien fría son un aperitivo genial.
Podemos guardar el recipiente con los que han sobrado en la nevera unas dos o tres semanas.

Macarroni and Cheese

Ingredientes:
300 gr de macarrones finos
55 gr de mantequilla
2 cucharadas (soperas) de harina
180 gr de queso rallado (mezcla de 4 quesos)
200 gr de queso gruyere rallado
1,5 tazas de leche
ajo en polvo
Pimienta negra molida
sal


Elaboración:

Derretir la mantequilla en una cazuela o sartén honda para preparar la salsa. Mientras, poner a hervir los macarrones en una olla con abundante agua hirviendo, un poco de sal y un chorrito de aceite.

Cuando se haya derretido la mantequilla, añadir la harina removiendo deprisa para deshacer bien todos los grumos a fuego vivo pero no muy fuerte. Dejar que coja un poco de color la harina, añadir un poco de sal y pimienta negra molida.

Escurrir y reservar los macarrones cuando estén listos, es preferible que queden un poquito duros "al dente" pues se acabarán de hacer en el horno al gratinar y sino quedarán pasados.

Bajar el fuego y añadir la leche de golpe para cortar la ebullición y sin parar de remover, para que no queden grumos, cuando empiece a burbujear de nuevo tendremos lista la bechamel. Para hacer la bechamel también se puede añadir la leche en hilo muy despacio y sin parar de remover, pero es más laborioso, lento y complicado para obtener el mismo resultado.

Añadir ahora tres cuartas partes del queso rallado con el fuego al mínimo y removiendo bien hasta que se incorpore completamente en la bechamel, obteniendo una salsa muy espesa. Incorporar los macarrones a la salsa y mezclarlos bien con la ayuda de una cuchara de madera.

Preparar un bandeja de horno untando el fondo y las paredes con un poco de mantequilla (yo uso margarina). Verter la mitad de los macarrones, más o menos, y espolvorear con la mitad del queso que nos queda, completar con los macarrones restantes y espolvorear el resto del queso.

Gratinar en el horno a 180 ºC hasta que empiece a dorarse el queso de la parte superior.

Magdalenas de queso cremoso

Ingredientes:
                                                          100 gr. queso cremoso

5 gr. azúcar glass
280 gr. harina
1 cucharada (sopera) de levadura (tipo Royal)
Una pizca de sal
140 gr. azúcar moreno
2 huevos
200 ml nata agria (o nata con una cucharada de zumo de limón)
6 cucharadas (soperas) de aceite girasol
Ralladura de medio limón


Elaboración:

Si no tenéis nata agria, no os preocupéis, podéis usar nata (para montar), le añadís una cucharada de zumo de limón, mezcláis bien y lo dejáis reposar durante unos diez minutos.

Lo primero que haremos, es encender el horno a 200ºC (posición arriba y abajo) y preparar las cápsulas en los moldes para las magdalenas.

A continuación, ponemos el queso cremoso en un cuenco, le añadimos el azúcar glass y mezclamos bien con la ayuda de una cuchara. Reservamos esta mezcla.

En un bol, tamizamos la harina, junto con la levadura y la pizca de sal. Añadimos el azúcar moreno y mezclamos. Reservamos los ingredientes secos.

En otro bol, batimos ligeramente los huevos, añadimos la nata agria y mezclamos. Después añadimos el aceite y finalmente la ralladura de limón y mezclamos batiendo ligeramente.

Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos que habíamos reservado y añadimos los ingredientes líquidos. Mezclamos con la ayuda de una cuchara para que se integren todos los ingredientes, pero sin trabajar demasiado la masa, solo necesitamos que queden mezclados.

Rellenamos las cápsulas con la mitad de la masa (intentad poner algo menos de la mitad de la cápsula), después ponemos una cucharadita de la mezcla que habíamos reservado de queso y azúcar y cubrimos con el resto de la masa. Intentad no sobrepasar los 3/4 de la cápsula. Horneamos durante unos 20 minutos aproximadamente.

Una vez horneadas, las dejamos reposar 5 minutos en el molde y las dejamos enfriar en una rejilla.

Cuando estén frías, podéis decorarlas con algún tipo de frosting.

 Ingredientes para el frosting:

60 gr. mantequilla

150 gr. azúcar glass

125 gr. queso cremoso

Elaboración:

Podéis usar cualquier frosting a base de queso cremoso en estas magdalenas, pero éste en concreto le queda muy bien.

Lo primero que hacemos es batir la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente) hasta que quede cremosa. Añadimos el azúcar glass tamizado y batimos a velocidad lenta hasta que el azúcar se integre. A continuación subimos la velocidad y batimos muy bien, hasta que sea una pasta firme (con las varillas eléctricas un mínimo de 10 minutos). Añadimos el queso cremoso y batimos hasta que quede una mezcla homogénea (una vez añadido el queso, no os paséis batiendo o perderá firmeza).

Si hacéis este frosting en verano, es mejor que lo dejéis un ratito en la nevera para que recupere consistencia. Finalmente ponéis el frosting en una manga pastelera con una boquilla (que sea grande) y ya podéis decorar. Una vez decoradas debéis guardarlas en la nevera.