miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mermelada de tomate

Ingredientes:
1 kg. de tomates maduros
750 gr. azúcar









Elaboración:
Esta vez, la mermelada la he hecho usando el Iber Gourmet, pero podéis hacerla siguiendo el mismo procedimiento que la mermelada de albaricoque. Podéis modificar la cantidad de azúcar dependiendo de lo dulces y maduros que sean los tomates. Mi hermana, por ejemplo, le añade un poco de canela o clavos en especie, eso ya va a gustos.
Lo primero que vamos a hacer es lavar bien los tomates y pelarlos. Para pelarlos, coged un cuchillo y marcad una cruz en el culo del tomate y o bien los escaldáis durante un minuto en una olla de agua hirviendo o podéis hacer como yo y ponerlos en el microondas durante unos 30 segundos más o menos.


Una vez pelados, los troceamos un poco y los ponemos en el Iber Gourmet, añadimos el azúcar y programamos 30 minutos, temperatura 100º y velocidad alas.


Como queremos que se evapore bastante agua de la que tiene el tomate, en lugar de poner el cubilete, pondremos el cestillo del revés para evitar salpicaduras.



Pasados los treinta minutos, abrimos la tapa y comprobamos la textura de la mermelada. Si tiene demasiada agua, programamos unos 10 minutos más, a 100º y velocidad alas. Pasado el tiempo volvemos a realizar la comprobación y si es necesario volvemos a programar. Yo la he tenido un total de 50 minutos aproximadamente.



Para comprobar que la mermelada tiene la textura que os gusta, coged una cucharada, ponedla en un platito y metedlo en el congelador durante 2-3 minutos. Al sacarlo veréis la textura que tomará la mermelada una vez fría. 


Finalmente solo queda rellenar los botes y hacerles el vacío si queréis conservarla durante mucho tiempo. Hacer el vacío es muy fácil (como os expliqué en la receta de la mermelada de albaricoque), solo tenéis que cerrar bien los botes y colocarlos en una olla con agua (que queden cubiertos), llevar a ebullición y dejar hervir durante 3-4 minutos. Recordad que si la mermelada está caliente, el agua debería estar caliente para evitar que se rompa algún bote con el contraste de temperaturas. Una vez pasados los 3-4 minutos, apagamos el fuego y dejamos enfriar dentro de la olla. Una vez fríos, secamos los botes y ya tenemos una deliciosa mermelada que nos puede servir, por ejemplo, como base de los caramelos de gorgonzola.




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